¿Jefe nuevo? 5 pistas para sobrevivir los 3 primeros meses como un líder

Redacción |  21 de septiembre de 2015

Comenzar un nuevo trabajo como manager puede ser emocionante y aterrador. Los primeros tres meses son cruciales para determinar el éxito y para tener un impacto positivo.

Un estudio realizado por Liderazgo IQ encontró que el 46% de los empleados recién contratados no llegan a los 18 meses. El informe pone de manifiesto que los problemas no vienen tanto por las habilidades técnicas sino por las interpersonales, algo que se pasa por alto en la entrevista.

Las primeras impresiones cuentan y los nuevos managers se enfrentan a la perspectiva de ser juzgados por sus colegas, altos directivos, desde el primer día.

Uno de los mayores desafíos es conseguir encajar con los diferentes tipos de personas en todos los niveles de la jerarquía y, por eso, hay veces que hay que ajustar el estilo según cada caso. Igualmente de difícil en los primeros días es lograr el equilibrio adecuado entre la gestión de los empleados de manera efectiva y la construcción de una relación con el equipo directivo.

[pullquote]Es difícil en los primeros días lograr el equilibrio entre la gestión de los empleados  y la construcción de una relación con el equipo directivo.[/pullquote]

Las bases para el éxito podemos conseguirlas desde que aceptamos el trabajo. Este es el momento ideal para mirar hacia atrás y analizar la investigación realizada por la entrevista, re-leer biografías del personal y de la web de la empresa para familiarizarse con la empresa y su gente.

5 maneras para tener un buen arranque

 Involucrar a la gente desde el principio

Aprenderse los nombres de los integrantes del equipo y saber qué les motiva es una manera segura de causar una buena primera impresión. Los nuevos managers deben ser visibles y deben participar de manera proactiva con tantas personas como sea posible desde el principio. Para eso puede ser buena idea la organización de un café informal antes de arrancar el trabajo.

Este tipo de reuniones fomentan la familiarización con el equipo y son una gran manera de averiguar lo que está pasando en la empresa. Además de una forma de desarrollar confianza y simpatía.

La comprensión de la cultura corporativa

Cualquier oficina tiene su propia cultura, y es importante entender esto desde el principio – y entender cómo funciona. Hay que escuchar y sólo formarnos opiniones cuando hayamos tenido tiempo para entender la cultura.

Es positivo tratar de reflejar el estilo de vestir de la oficina en su propio atuendo. Es posible que haya usado un traje en la entrevista, pero si la oficina es más informal, entonces es tiempo para adaptarse.

Averigüe quién es quién

Hay grupos de interés clave en toda organización, entre los directivos, los cargos intermedios, los clientes…Un nuevo gerente debe conocer a tantas personas como sea posible para obtener una comprensión clara de los planes estratégicos, las prioridades del negocio, los retos y las oportunidades.

Comenzar un nuevo trabajo implica una pronunciada curva de aprendizaje y averiguar  los objetivos a corto y largo plazo y las prioridades del negocio. Saber y cómo se medirá el rendimiento hará que esto sea más fácil y más rápido.

Construir una buena relación con el jefe

En un mundo ideal todos los gerentes se llevan bien con su jefe y la construcción de una buena relación de trabajo con ellos tiene que ser una prioridad. Una forma de hacerlo es entender su estilo y cómo les gusta trabajar. Sea proactivo y preguntarles cómo les gusta comunicarse – en persona, por teléfono, por correo electrónico – y con qué frecuencia.

Manejar las expectativas

La gestión de las expectativas de la gente es fundamental, sobre todo del superior – a nadie le gustan las sorpresas. Si un proyecto o tarea no va bien, es esencial que el nuevo manager permita al generen saber que hay un problema y que ya hay un plan para resolverlo. Las cosas no siempre se pueden planificar, pero tener respuestas demuestra que alguien es fiable y creíble.

Otro aspecto importante es que nunca debemos prometer y no cumplir. La gente puede perder credibilidad muy rápidamente cuando no a la altura de las expectativas que se han fijado.

*Artículo adaptado de The Guardian. Lee aquí el original.