Luisa Orlando: “Tu principal enemigo ante una decisión difícil es el miedo”

Diego Posada | 20 de junio de 2016

Dos estrellas Michelín revalidadas. Eso es lo que distingue el Club Allard de miles de restaurantes en toda España. El trabajo que existe para llegar a ellas lo conoce bien Luisa Orlando. Ella, antes directiva de la Editorial SM, cambió hace años el despacho de la multinacional por este restaurante. De todos los desafíos que ha vivido al frente de este referente gastronómico se habló en el primer Desayuno Canal CEO de este 2017, una cita que cuenta con la colaboración de NACEX, United Airlines y Grupo Temel-Kyocera.

Uno de los momentos cruciales de la gestión de Orlando sucedió cuando Diego Guerrero, entonces chef del Club, puso fin a esa etapa. Fue entonces cuando Luisa apostó por María Marte, una mujer que había empezado en el office del Club y que había pasado por todos los escalones de la cocina. Esta decisión no fue fácil  pero sí era la que María veía como más adecuada, y así lo a demostrado el tiempo: “Si hubierámos trabajado con un chef mediático probablemente no tendríamos las dos estrellas Michelín”. Ante esto y las complicaciones que se encontró Luisa señalaba que «cuando una empresa tiene decisiones complicadas no hay valores seguros».

Orlando concretó, en este desayuno que también cuenta con el apoyo de Tento Rest, como fue una época difícil por la cantidad de expectación y de dudas que generaba la decisión. En momentos como esos Luisa reconoce que  “Tu  principal enemigo ante una decisión difícil es el miedo”.

La alta cocina y el sector hostelero no son campos donde muchas mujeres hayan triunfado. Luisa explica que esta sensación le resulta conocida en la medida en que en su carrera directiva se encontró con situaciones similares. Y sí afirma que “Como somos pocas siento que te miran con doble rasero”

Manuel López, Ceo de Inmark, subrayaba la necesidad de gestionar bien el desarrollo del empleado estratégico dentro de la empresa. Preguntada por si el ego que surgiera ahí podía ser un obstáculo Luisa asegura que no. Para ella “el ego es muy bueno en cualquier posición directiva” en la medida en que la confianza y la seguridad son claves para seguir adelante. Eso sí, es positivo un ego fuerte sin dejar de tocar tierra.

Se aprecia en las cocinas en las que hay un buen ambiente, en las que hay una buena gestión de lo emocional. Y Luisa defiende que así sea en la medida en la que un entorno profesional como este exige mucha compenetración entre sus miembros.