Los 3 focos de la atención del directivo

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Poner atención. Esa es, para Daniel Goleman –psicólogo mundialmente reconocido por su teoría de la inteligencia emocional–, la primera tarea de un directivo. Y, para ello, los directivos deben aprender a dónde dirigir la atención.  Normalmente cuando pensamos en estos términos solemos orientarlo a dejar de lado las distracciones.

Pero investigaciones recientes en neurociencia que demuestran que centramos nuestra atención en muchos aspectos, con diferentes propósitos, utilizando diferentes vías neuronales, algunas de las cuales funcionan de forma concertada, mientras que otras tienden a oponerse. Según Goleman, agrupamos nuestra atención en tres vías:

  1. Nosotros mismos.
  2. Los demás.
  3. Un mundo mucho más amplio.

Según el padre de la IA, cada vertiente tiene su parte positiva. Enfocarnos en nosotros mismos o en los demás ayuda a los líderes a desarrollar la inteligencia emocional. Sin embargo, un enfoque más amplio puede mejorar la capacidad como estratega, como innovador o como líder que maneja una organización. Según Goleman:

«Los líderes tienen la necesidad de cultivar esa triple conciencia y hacerlo con equilibrio.»

La triple conciencia

Focalizarse demasiado puede llevar a estar sin rumbo o desorientados. Así explica esta triple vertiente:

1) Atención en uno mismo

Goleman fue en los años 90 el autor que popularizó el concepto de inteligencia emocional, que parte de la autoconciencia. Es decir, de ponernos en contacto con nuestro voz interior. Para este psicólogo los líderes que se escuchan pueden recurrir a más recursos para tomar decisiones y estarán más conectados con su yo auténtico. Además de un nivel de autoconciencia mayor también implica un mayor nivel de autocontrol.

2) Focalizarte en otros

La palabra atención viene del latín attendere, atender. Una palabra que nos da idea de la importancia del enfoque hacia los demás. Y ahí Goleman muestra el segundo y el tercer pilar de la inteligencia emocional: la empatía y la capacidad de construir relaciones sociales.

3) Centrarse en un mundo más amplio

Los líderes con una visión muy fuerte hacia fuera son buenos escuchando pero también cuestionando. Son visionarios que pueden ver las consecuencias de algo local e imaginarse cómo influirán en un futuro. Y están abiertos a formas más sorprendentes en las que los datos pueden relacionarse con sus intenciones.