Redacción | 8 de septiembre de 2016
os entornos empresariales cada día cambian con más velocidad y exigen una mayor capacidad de adaptación. Por eso reciben el nombre de VUCA, un término acuñado en los años ´90 por los soldados norteamericanos. Entonces, y tras el final de la Guerra Fría entre EEUU y la URRS, el mundo pasó a ser más complejo. En inglés VUCA es el acrónimo de las siguientes palabras:
V – Volatility – Volatilidad: Las situaciones cambian más y en más direcciones que antes.
U – Uncertainty – Incertidumbre: Son situaciones poco previsibles.
C – Complexity – Complejidad: Surgen una gran cantidad de cuestiones.
A – Ambiguity – Ambigüedad: Las situaciones pueden entenderse de varios modos.
Para muchos la primera impresión ante uno de estos contextos VUCA es negativa, en la medida en que son entornos exigentes y que no nos aseguran continuidad de la circunstancias a las que nos vamos acoplando. Sin embargo, también hay quien opta por aportar otro tipo de mirada a este concepto. Cambiamos el acrónimo para conseguir manejarse mejor:
V – Vision – Visión
U – Understanding – Entendimiento
C – Clarity – Claridad
A – Agility – Agilidad
¿Qué necesitamos?
Enfocado de una u otra manera, parece claro que la realidad empresarial no va a cambiar. Los entornos cambiantes son tremendamente exigentes para aquellos que tratan de que las empresas, los equipos y los proyectos avancen. Para lograrlo abordamos cuáles son las características más mencionadas por los expertos:
– Mente adaptativa y dispuesta a aprender de forma constante
– Humildad para poder cambiar muchas de nuestras opiniones
– Ser veloces en la gestión del cambio
– Abrazar la mentalidad de la abundancia
– Trabajar de forma colaborativa
– Trabajar para el avance de las personas confiando en su capacidad y dando espacio para su desarrollo
– Comunicación constante y clara
– Vivir en un modo de prueba. Ante contextos tan veloces lo óptimo es iterar. Si hemos de equivocarnos hagámoslo rápido y aprendiendo lo máximo posible.
– Cuidarse emocional y físicamente. Los excesos de inactividad física, de trabajo, de estrés o de tensión no nos benefician.
Formarse de diferente manera
En la vida laboral de cualquier persona consideramos carrera vertical aquella que se produce cuando se asciende y horizontal cuando se tiene una mejora sin cambiar de puesto. Algo similar ocurre con la formación.
Hasta ahora la formación en el ámbito de la empresa pasaba aumentar lo que saben los líderes o colaboradores de la organización, el desarrollo horizontal. Se trata de que la persona adquiera nuevos conocimientos sobre áreas que ya conoce. Aprender del pasado para enfrentar el futuro. Ante un entorno VUCA es difícil poder formarse dada la velocidad de cambio y la incertidumbre ante lo que vendrá.
Por eso el desarrollo vertical trata de mejorar la capacidad de pensamiento. Si es complicado saber qué vendrá, si no tenemos respuestas para saber cómo actuar mejoremos nuestra capacidad de reacción y de imaginar posibles escenarios o de hacer crecer a nuestros equipos. La vorágine empresarial nos lleva a dar un paso. Como veíamos en párrafos anteriores no se trata sólo de ampliar lo que sabemos sino de cambiar lo que somos.
Si te ha interesado este tema puedes profundizar en estas dos entradas de blogs amigos de Canal CEO:
– La soledad del jefe en tiempos #VUCA en el blog de Alicia Pomares
– Dirigir en entornos VUCA, en el blog Glocal Thinking
