La gestión de la diversidad en el punto de mira global

 

Laura Martín | 16 de enero de 2015

Je suis Charlie. Esta frase que ha revolucionado a medio planeta en las últimas semanas ha provocado una oleada de reflexión en muchos aspectos tales como la tolerancia y la empatía, pero también en cuanto a la gestión de la diversidad en un entorno globalizado como es Occidente.

“La gestión de la diversidad es un aspecto fundamental en un futuro global que nos ha alcanzado ya. Occidente está avanzando en la integración de esta variable tanto a nivel social como organizativo. La dificultad es que los seres humanos vivimos muy apegados a las creencias y todo lo que las vulnere lo vemos como una amenaza, con todo lo que ello puede suponer a nivel de patrones de conducta”, declara Pablo Villanueva, consultor en temas relacionados con la gestión de la diversidad.

Ignorar la existencia de la diversidad en el mundo es ignorar que cada ser humano es diferente. Tanto en el mundo de la cultura, la religión y las creencias como en la empresa, cada vez toma mayor importancia la gestión de la diversidad -ya sea de género, de cultura o de empresa-, y se exige que se tomen medidas para la adaptación de cada uno de estos aspectos.

En la empresa, saber gestionar los beneficios que puede aportar el valor diferencial dentro del capital humano de las compañías hace que se prospere hacia la obtención de más y mejores resultados para que la diversidad actúe como ventaja competitiva y no sólo como responsabilidad de la corporación.

“Muchas empresas han basado su gestión y la configuración de sus equipos de trabajo o dirección en un enfoque de uniformidad. Eso tiene sus beneficios ya que todas las personas de un colectivo humano homogéneo tienden a interpretar una misma situación de una manera compartida lo que minimiza los conflictos, pero también incrementa  las posibilidades de provocar la tradición inconsciente de las organizaciones de buscar trabajadores, o moldearlos, bajo un mismo patrón común”, asevera Villanueva.

[pullquote]»La sensibilización es clave para construir entornos heterogéneos que tengan en cuenta la individualidad de cada trabajador para adecuar la organización a su talento y no a la inversa»[/pullquote]

Además, en el reclutamiento de personal para las empresas entra en juego la imposición de cuotas legales que si bien atañan a la responsabilidad corporativa de las empresas también ofrecen un impulso a la aplicación de la diversidad en las mismas. Según el coach, «las cuotas deben ser una ayuda facilitadora pero sin plantearse como una palanca que fuerce ciertas cosas. La sensibilización es clave para construir entornos heterogéneos que tengan en cuenta la individualidad de cada trabajador para adecuar la organización a su talento y no a la inversa».

Aplicar la diversidad, no sólo se trata de apoyar a los considerados diferentes sino que trata de integrar tanto en la sociedad y en las empresas a un grupo que por sus características o por el curso de la historia se ha visto desamparado.

Lo cierto es que son ya notables los casos de éxito, incluyendo un buen número de ejemplos en España, de empresas que manifiestan estar comprometidas en ser tan innovadoras en la gestión de la diversidad como lo están en el desarrollo de sus productos o servicios.

Así mismo, ya sea dentro de una atmósfera tan pequeña como la de la empresa o a escala global, como en asuntos tan delicados sobre los que estamos siendo testigos estos días, la diversidad está ahí fuera y hay que trabajar mucho en cuanto a su gestión. P.Villanueva asegura que «una de las claves para crear entornos basados en la gestión de la diversidad es la empatía que juega un papel fundamental en la organización de un ecosistema equilibrado».