Helena López-Casares Pertusa| Madrid
Íñigo Pírfano es el director de la Orquesta Académica de Madrid. Estudió Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, y Dirección de Orquesta, Coro y Ópera en la Universidad Mozarteum de Salzburgo. Su labor como director de orquesta se ha desarrollado entre Austria, Alemania, Polonia y España, donde ha dirigido diferentes orquestas. Acaba de ser galardonado con el premio Liderazgo Joven 2011 de la Fundación Rafael del Pino, un galardón que se concede cada dos años a líderes y emprendedores de cualquier campo, menores de 40 años, que hayan contribuido con su iniciativa y esfuerzo a la mejora y al avance de la sociedad, mediante un proyecto empresarial sólido e innovador. Íñigo Pírfano tiene claro que para dirigir un equipo de cualquier característica, su líder debe tener una excelente preparación, además de ser un gran motivador. Con él departimos de la música y el liderazgo en una de las salas de ensayo del Auditorio Nacional de Música.
«El líder persuade por la calidad de sus propuestas»
El símil entre un director de orquesta y un directivo ha sido algo muy recurrente. Ambos perfiles tienen muchas similitudes y puntos en común. El director, así como el directivo debe prestar su grandeza a la propia grandeza del mensaje, por esos sus argumentos deben ser siempre brillantes. Cuando un director de orquesta no es honesto los músicos lo detectan inmediatamente, lo que provoca una caída de la credibilidad de ese líder, cuya misión es despertar las partituras emocionales de sus colaboradores.
«La música crea un puente emocional con los consumidores»
Íñigo Pirfano es a la Orquesta Académica de Madrid lo que la Orquesta Académica de Madrid es a Íñigo Pirfano. Ambas marcas se complementan y enriquecen. Las marcas que están definidas por una música son hasta un 96% más reconocibles por los consumidores que las que no están asociadas a ningún sonido, por lo que el papel que cumple la música como nexo y vínculo emocional es muy interesante. La música es el lenguaje universal que apela directamente a la emoción. El líder debe trabajar para que la armonía se convierta en una nota constante en su discurso.
