Comunica. Las claves de la comunicación para el liderazgo

«La comunicación es un arte que tenemos ocasión de practicar a diario», así comienza el prólogo de José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de CaixaBank. Pero, ¿realmente sabemos comunicar de forma clara y eficaz? Comunicar con precisión, sensibilidad e inteligencia, en el momento adecuado y con la medida justa, debe ser una aspiración permanente tanto para las empresas como para los individuos, porque seremos aquello que comuniquemos.

Por ello, Miguel Udaondo, experto en habilidades directivas, comunicación y calidad, pone en nuestras manos “Comunica. Las claves de la comunicación para el liderazgo”, una obra cuyo objetivo es desarrollar la capacidad de comunicarnos con los demás teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales: la necesidad de prestar atención y observar la comunicación y el comportamiento de los demás y de uno mismo; y, el conocimiento sobre la materia tratada. Estos dos aspectos derivan en el tercero: la práctica.

Porque comunicar adecuadamente en cada situación es fundamental para quien debe ejercer el liderazgo. Al igual que también lo es para quien pretende mostrar su valía, su potencial o su humanidad ante los demás.

«Puedes tener las ideas más brillantes, pero si no sabes comunicarlas de forma atractiva, persuasiva y coherente no conseguirás que logren el efecto deseado»

¿Sabes en qué fijarte y cómo modificar tu mensaje para lograr tu objetivo?

Somos aquello que comunicamos, a los demás y a nosotros mismos. Dentro del ámbito corporativo. comunicar de forma efectiva supone además un pilar estratégico para cualquier organización. Más si cabe en un contexto como en el actual, en el que el trabajo está más descentralizado.

Para que una comunicación tenga éxito, Miguel Udaondo aconseja transmitir con precisión en función del momento, las personas y las circunstancias y, todavía más importante, escuchar correctamente. “Escuchar significa mucho más que entender las palabras que llegan a nuestros oídos. Escuchar para comprender implica utilizar también los ojos para observar el comportamiento no verbal y el cerebro para interpretar ambos mensajes y analizar si entre ellos existe coherencia. …Y escuchar también con tu cuerpo y con tus emociones, porque con frecuencia hay otras consideraciones que debemos tener en cuenta al comunicarnos” añade el autor.

En este sentido, establece tres aspectos fundamentales para mejorar nuestras dotes comunicativas:

1. Aprender a observar. Más allá del mero hecho de fijarse mejor, supone tomar consciencia y prestar atención a un buen número de detalles y matices a los que, quizá, antes no concedíamos suficiente importancia. Los gestos o expresiones, así como sutiles cambios en el tono de voz, su velocidad o el modo de expresarnos son claras señales.

2. El segundo es Saber: debemos conocer la importancia y el poder de las palabras en sí mismas y también la influencia de la voz, la apariencia, la expresión facial, la mirada, las posturas y los gestos, así como de la distancia interpersonal o el contacto físico. Por otra parte, existen herramientas de comunicación que es fundamental aprender a manejar, como la asertividad, la persuasión o la negociación- Al igual que otras de extraordinario impacto como el storytelling (el arte de contar historias) o el elevator pitch (el “minuto del ascensor”).

3. El tercer elemento a considerar es practicar. Es decir: Ensayar, observar, equivocarnos, darnos cuenta de lo que ha ocurrido y extraer nuestras conclusiones. Lo mejor del proceso de aprendizaje es que sólo hay dos opciones: O triunfas o aprendes.

«Un libro que retoma la verdad más clásica de la comunicación y sus propios valores: la comunicación nació para el entendimiento, el crecimiento y el progreso de las personas y las sociedades. La comunicación nació para el desarrollo y la supervivencia de la humanidad en su conjunto; solo con la humanidad se puede entender la comunicación y solo con la humanidad la comunicación dará los frutos para los que fue creada». Tomás Pascual Gómez-Cuétara, presidente en Calidad Pascual

Qué no hacer en una buena escucha

Y si de verdad se trata de mejorar, además de cultivar los tres aspectos anteriores debemos evitar los siguientes errores habituales:

Miguel Udaondo• Querer ser siempre el protagonista. Para evitarlo, sé humilde y entiende que los demás necesitan un espacio para expresarse.

Contar tu propia historia. Hacerlo es bastante inútil, porque nadie aprende en cabeza ajena. Además, si te cuentan algo es para que entiendas su problema; describiendo tu experiencia estarás contando tu historia, en vez de escuchar la suya.

Rechazar las emociones del otro. Las emociones son reacciones automáticas que frecuentemente no controlamos, por lo que decir a una persona que no debería sentir lo que siente implica un reproche acerca de una conducta sobre la cual esa persona no tiene control. Ten en cuenta que quizá no está en su mano modificar ese sentimiento.

• .Juzgar Implica no ser imparcial en la escucha. 

• Pretender solucionar el problema del otro. Quien te lo está planteando quiere compartirlo contigo, pero tú no eres el responsable de solucionarlo. Lo que convendría hacer es escuchar, hacer preguntas para ayudar a la otra persona a que aclare sus puntos de vista y dar tu opinión solo si te la piden.

• Dar consejos que no te hayan pedido. Si creyeras que es necesario aportar una recomendación no pedida, lo mejor es hacerlo empleando una fórmula no imperativa y muy respetuosa, como «Por si te sirve…».

• Interrumpir. Espera a que la otra persona termine o te dé paso, aunque no estés de acuerdo con lo que dice.

• Dejar de escuchar en algún momento. Normalmente, la gente cuenta lo principal al inicio de la conversación, pero, probablemente por pudor, inercia o confianza ganada, será al final cuando nos cuenten los detalles más importantes y que pueden ser la clave para entender su problema.

• Descalificar con tus opiniones. Ni al que habla ni a otros. La imparcialidad es un valor que deberías conservar a tu favor

El experto

miguel_udaondoMiguel Udaondo es ingeniero industrial del ICAI y, además, ha estudiado Geografía e Historia por la UNED. Es máster en Coaching Ejecutivo por Deusto Business School y está certificado como Coach Profesional Sénior, por la Asociación Española de Coaching y Consultoría de Procesos. También es psicografólogo, perito calígrafo y también está diplomado en Auditoría Sociolaboral y en Peritaje Judicial y Mercantil.

Todo un referente en comunicación y liderazgo. Por ello, es conferenciante, consultor y escritor y lleva más de 30 años impartiendo clases de habilidades directivas, comunicación y calidad en cursos de máster y de postgrado. Desde 2014 es presidente de la Asociación Española para la Calidad. Ha recibido la Medalla de Oro al mérito profesional de las relaciones industriales y las ciencias del trabajo, otorgado por el Consejo Nacional de Relaciones Institucionales y Ciencias del Trabajo (CGRICT).