Alfonso Moreno | Madrid
30 de junio 2014
La gran multinacional Google ha tenido desde el primer momento dos grandes líderes, sus creadores y fieles amigos, Larry Page y Sergey Brin. Pasados unos años, decidieron contratar a Eric Schmidt para aspectos técnicos debido a su gran experiencia en el sector. Todos juntos se han encargado de desempeñar sus funciones por separado, pero en conjunto han formado y actualmente forman uno de los equipos más competentes y poderosos del mundo.
El actual CEO accedió de nuevo al puesto en 2011 después de realizarlo cuando se creó la empresa en 2001. El cambio se ha producido por la necesidad del gigante tecnológico de renovar las ideas para poder seguir compitiendo en el mundo tan difícil como es la red. Según Eric Schmidt en el momento de la elección, Page está preparado para llevar a cabo las nuevas tareas y llevar por todo el mundo a Google.
Larry Page nació en East Leasing en Michigan el 26 de marzo de 1973. Formado bajo el método Montessori, al no practicar ningún tipo de religión, este niño desde los seis años sintió esa pasión por el mundo de los ordenadores y de los inventos. Eso decidió completamente su futuro ya que graduó con honores en Ingeniería de Computadores en la Universidad de Michigan, para posteriormente doctorarse en Ciencias de la Computación en la Universidad de Stanford. Su trayectoria formativa fue bastante eficiente al ganar incluso un premio. En este momento fue cuando el proyecto del buscador se puso en marcha basado en la tecnología patentada de PageRank.
La personalidad de Page desde su acceso al puesto ha sido bastante criticada por ciertos sectores. Su carácter reservado, su poca experiencia de cara a las relaciones públicas y su todavía falta de demostración para gestionar la compañía hace que las vistas al futuro sean desmotivantes. Su mayor competidor Facebook está apostando fuerte por la parte más social en contra de la política de Google.
Aun así, Larry tiene un gran talento para innovar y crear nuevos diseños actualizados al momento actual. Sin duda, el co-fundador de Google conoce a la perfección la empresa y confía al máximo en sus subdirectores.
