En familia, entre amigos, en la barra de un bar… cada vez son más las voces que reclaman un cambio en la política, puesto que como muchos afirman, los discursos siguen siendo los mismos nada más que interpretados por otras personas. Sin embargo, en los últimos años, los españoles hemos sido testigos de cómo palabras relacionadas con la austeridad, la confianza o la crisis, se han instalado en nuestras vidas.

Otro concepto que también ha cobrado mucha fuerza y ha logrado un cambio de mentalidad en empresas, organizaciones, instituciones o administraciones ha sido el de igualdad.

Mujeres autonómicas al poder

Hace una década sólo había 15 mujeres en España al frente de la Consejería de un Gobierno  autonómico. Hoy superan el medio centenar. Ocupan vicepresidencias, portavocías y gestionan áreas como Hacienda o Empleo, rompiendo así los estereotipos que les situaban únicamente en ámbitos sociales.

La Ley de Igualdad sólo fija criterios de paridad en la elaboración de las listas electorales… pero nada más. Una decisión acertada puesto que deben ser los presidentes quienes elijan por decisión propia y por méritos, más que por condición sexual, quién debe formar parte de su equipo.

Liderazgo femenino

Al liderazgo único que hasta entonces mantenía la madrileña Esperanza Aguirre, se han incorporado otros nombres como María Dolores de Cospedal o Luisa Fernanda Rudi. Existe un hecho significativo y es que, aunque resulte paradójico, lo cierto es que los equipos gobernados por mujeres son los que menos presencia femenina tienen a nivel de equipos.

Y es que la igualdad debe basarse en ofrecer las mismas oportunidades y salarios tanto a hombres como a mujeres pero no por ello, promover antes a la mujer en favor del hombre simplemente por su condición.  A igualdad de oportunidades, le debe seguir la competencia formativa y profesional.

La revista Yo Dona expone el testimonio de distintas consejeras, portavoces o candidatas femeninas del mundo de la política, que reflejan su día a día y que se pueden resumir en estas declaraciones…

–   “Soy la mala de la película, la que dice no a mis compañeros, pero esa es mi misión”: Pilar del Olmo, consejera de Hacienda de Castilla y León.

–   “Las Leyes de Igualdad han sido importantes para situar a las mujeres en la parrilla de salida”: Irene Rigua, consejera de Educación de la Generalitat.

–   “No soporto el estereotipo de mujer cuota, no favorece el camino a la igualdad, al contrario hace un flaco favor”: Cristina Teniente, vicepresidenta y portavoz de la Junta de Extremadura.

–  “En la lucha por la igualdad hemos perdido parte de nuestra esencia”: Leticia Díaz, Consejera de Presidencia y Justicia de Cantabria.

–   “No tiene sentido un gabinete que no represente a una sociedad formada por hombres y mujeres. Cada vez provocan más rechazo las fotos en las que sólo hay corbatas”:  Mar Moreno, Consejera de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía.

Hablamos de política pero también de empresa. La cruda realidad del tejido empresarial español es que no existe ningúna presidente (o presidenta) entres las principales empresas del país. Solo una de ellas, el grupo constructor FCC, está controlada por Esther Koplowitz con más del 50% del capital en sus manos; pero esta ha dejado la presidencia en manos de un hombre, Baldomero Falcones. Basta con ver la fotografía del último Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) con el rey Juan Carlos, para comprobar que no existe de momento, ninguna mujer entre sus filas.

Ante las críticas, que se vienen produciendo desde hace tiempo y que han aumentado a raíz de las normativas sobre igualdad, los grupos se han esforzado por incorporar mujeres a sus cuadros directivos y a sus consejos de administración. Pero la realidad no permite lograr un equilibrio, como ocurre por ejemplo en las listas electorales. Algunos datos son determinantes.

Según el informe de gobierno corporativo de las empresas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores correspondiente a 2010 (no hay datos posteriores) solo el 4,4% de los consejeros ejecutivos son mujeres. Ellas solo suponen el 19% de los cargos directivos.  El papel de la mujer en puestos de responsabilidad en la vida económica va aún más lento si cabe que en política.