¿Cómo debe escuchar un directivo?

Adrián Díaz-Caneja

4 de octubre de 2013

Procesos de coaching, cursos de liderazgo, conferencias de psicólogos… En muchos ámbitos el verbo escuchar es cada vez más venerado. A él se pegan conceptos como el liderazgo, la confianza o la capacidad de hacer equipo.

Meritxell Obiols, directora del Máster de inteligencia emocional en el entorno laboral de la Universidad de Barcelona y coach, afirma que eso es así porque “la escucha es una forma de manifestar interés hacia la otra persona”.

De  ahí que de nuestra manera de escuchar dependa la confianza que el otro deposite en nosotros. Meritxell determina que hay una forma de escuchar con el cuerpo, con la mirada. “La escucha activa es algo más que poder repetir lo que una persona ha dicho, es acompañar con la actitud”. Todo nuestro cuerpo refleja como escuchamos, muchos estudios señalan que más del 80% de la información que recibimos entra por la vista.

[pullquote]Todo nuestro cuerpo refleja como escuchamos[/pullquote]

A la hora de trabajar en un proceso de cambio con una persona de nuestro equipo Meritxell identifica varios peligros. Los explica en el libro ‘Coaching para todos’ junto a Alejandro Fiol. En la obra segura que a muchas personas les cuesta asumir los silencios que se generan en una conversación difícil y tienen “la necesidad de rellenar el espacio diciendo algo”. En un momento en el que la otra persona se enfrenta a una dificultad “hay que aprender a respetar el tiempo que necesita para pensar”.

 Los silencios son “un tiempo en el que la conversación no está parada, está activa. Hay preguntas que no se pueden responder de inmediato, porque no te habías planteado jamás. Es una cuestión de respeto”.

Una de las quejas más habituales de muchos empleados es la poca capacidad de los altos cargos para escuchar. Meritxell advierte que esa es la actitud de una persona “que tiene muchos frentes abiertos a la vez o  desconectan porque creen que ya lo saben”.  En este caso esos cargos deben aprender a saber decir no si en ese momento no disponen de el tiempo y la atención necesaria para esa persona.

La escucha VS la tecnología

El desarrollo del email, el Whatssapp y muchas otros tecnologías facilita nuestras comunicaciones con personas de todo el mundo y acelera procesos en las compañías que de otra manera resultarían complicados. Sin embargo, Meritxell advierte que la mensajería instantánea genera momentos de desconexión en muchas de nuestras conversaciones. Aún falta sensibilidad para no cometer ese error por parte de quien habla, afirma, y también para saber reclamar nuestro espacio en el caso de no ser escuchados.

Álvaro González Alorda es autor de “The talking manager” un libro basado en la importancia que tienen las conversaciones dentro de una organización. Señala que durante los últimos años se ha incrementado el número de emails que envíamos. Muchos con problemas detrás. Se han convertido en algo así como escudos emocionales. Por eso, reclama que nos atrevamos a conversar más y que determinados problemas los solucionemos cara a cara. Señala que a “muchos problemas les falta una conversación”.