Líderes con carácter: Roosevelt

Diego Posada

29 de noviembre de 2013

Franklin D. Roosevelt fue el trigésimo segundo presidente de Estados Unidos. Su nombre pasará a la historia por muchos hechos transcurridos en la década de los años 30′ y 40′, entre ellos el de ser máximo mandatario durante 4 elecciones diferentes, siempre bajo la bandera del Partido Demócrata.

Como su familiar Theodore Roosevelt, que también fue presidente, Franklin estudió en Harvard y fue secretario de la Marina. Abogado de formación, sin cumplir treinta años fue elegido senador y cuando rondaba los cuarenta fue nombrado gobernador del Estado de Nueva York. En todas esas funciones destacaba por su energía y proactividad, con las que conseguía cambiar los roles de las instituciones en las que estaba.

Sin embargo, su brillante carrera política se vió interrumpida por el padecimiento de un polio, que provocó una parálisis parcial de su cuerpo. Eso hizo que se tuviera que apartar de la escena pública durante un tiempo, siendo para muchos ese el fin de una carrera de gran proyección. E incluso el fin de la dinastía Roosevelt. Pero no fue así, su fuerza le hizo salir del retiro para presentarse a Gobernador de Nueva York, ganando la elección. Esa hazaña le hizo postularse a la Presidencia de los Estados Unidos por el Pártido Demócrata, ganando esas primarias con sencillez. La campaña supuso tal éxito que venció, como después haría en 1936, 1940 y 1944. Por eso es  el presidente más longevo de la Historia de Estados Unidos.

Su ejemplo se ha convertido en uno de las grandes historias de lucha ante la adversidad de la política americana. Muchas de sus citas se han convertido en populares por la historia que encierra su autor. Por ejemplo, aquella que dice «En la vida hay algo peor que el fracaso: no haber intentado nada».

Sus mandatos y obra al frente de la presidencia norteamericana quedará marcada por la respuesta que dió a la crisis de 1929. Aquello que se llamo New Deal, nuevo trato, hizo que le arrebataara a Hoover el sillón de la Casa Blanca.

Ese New Deal no era ni más ni menos que estimular la economía desde el aumento de gasto público. Se invirtió en infraestructuras, carreteras, escuelas, obra pública… Roosevelt quería generar movimiento en la economía y modernizar el país. Auynque eso, tuvo fecha de caducidad, la que marcó la Segunda Guerra Mundial.

El impulso, bajo esas coordenadas económicas keynesianas, logró cortar el paso al capitalismo imperante del país pero no darle un gran impulso a la economía. Eso fue lo que se consiguió con la entrada del país en la Segunda Guerra Mundial y su rearme.