Muchos son los llamados y pocos los elegidos. El espíritu innovador y emprendedor de las personas conduce a que estas quieran apartarse de la multitud para experimentar y descubrir sus propios caminos. Prueban, averiguan, fallan… con la motivación de encontrar algún día el éxito que les haga convertirse en referentes.

Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckerberg, Larry Page… nombres que tienen en común una misma peculiaridad, la repercusión mundial creada en torno a su persona tanto dentro como fuera de la compañía. Personas que marcaron un antes y un después al apostar por una opción en la que otros no vieron oportunidad.

El camino hacia el éxito

Pero, ¿qué camino hay que seguir para convertirse en uno de esos CEOs?, ¿cuáles son los pasos?… Aunque no existe un manual de instrucciones sobre cómo convertirse en aquel directivo deseado, es cierto, que quién no ha fracasado previamente, difícilmente podrá alcanzar el éxito: el CEO debe equivocarse.

De hecho, grandes personajes de la historia, antes de asumir fuertes responsabilidades, tuvieron que sufrir y sortear grandes obstáculos…  hasta el propio Thomas Edison tuvo que hacerlo. Él afirmaba que no había fracasado mil veces para inventar la bombilla, sino que había descubierto mil maneras para no inventar la bombilla, algo que suponía otro descubrimiento. Un nuevo camino de los muchos que se presentan…

Y es que en el fracaso reside el éxito. La validez del CEO se demuestra cuando éste es capaz de superar los obstáculos disponiendo de pocos recursos para afrontarlo. Es decir, saber apreciar una oportunidad en una situación de enorme dificultad.

Sin embargo, la practicidad de la teoría parece más compleja.  ¿Cómo el CEO puede alcanzar el éxito?, ¿qué les hace diferente a los CEOs que logran alcanzar el éxito de los que no lo consiguen cuando la toma de decisiones parece ser similar? ¿Por qué unos sí y otros no?

 Claves para el éxito

Imaginación, actitud, control… son algunos ingredientes para buscar ese factor, ese gen que hace especial a un directivo frente a otros. El subdirector del New York Times, Adam Bryant, entrevistó a más de 70 directores ejecutivos para concluir que 5 son los elementos claves en los genios del mundo empresarial:

–        Curiosidad; resulta vital ser extremadamente curioso y preocuparte de cosas que otros dejan pasar por alto. Cuestionar lo establecido con un objetivo de fondo y no caer en la crítica absurda es el elemento diferenciador. Preguntar sobre el funcionamiento y la organización de los elementos para tratar de mejorarlos es una buena manera para resaltar aquella oportunidad que queda eclipsada por lo rutinario.

–        Valiente; un CEO debe de ser un ser  una persona aguerrida y experimentada que luche incansablemente contra la adversidad. De esa lucha, se podrán obtener lecciones fantásticas de las experiencias vividas… sólo si el consejero delegado consigue ese espíritu combativo, los fracasos serán un medio para llegar al éxito.

El directivo tiene que dominar la ética, tener una forma de comportarse para saber afrontar la adversidad en las organizaciones. Es la actitud para enfrentarse con éxito al desafío…

–        Equipos de trabajo;  antes de ser el entrenador, hay que formar parte del equipo y convertirse en jugador.  Sólo siendo jugador, siendo uno más, el CEO sabrá cómo funcionan los equipos, cuáles son sus necesidades y sus potencialidades… un tipo de inteligencia basada en la empatía. Según el subdirector del NYT, este tipo de inteligencia influye en la capacidad de motivar y conducir al equipo hacia un objetivo común.

–        Sencillez; no se trata de buscar la simpleza en el trabajo. Sino que a través de la sencillez de la persona, el CEO sea capaz de alcanzar la excelencia. Los directivos deben ser claros y concisos a la hora de comunicar.

–        Olvidar el miedo; el temor a lo desconocido debe transformarse en una fuente extra de motivación para afrontar la situación. La asunción de riesgos en los negocios se asocia a los buenos empresarios, pero también es un estilo de vida que muchos directivos encarnan y buscan transmitir a los demás.  La actitud, el hábito y la disciplina son herramientas que ayudan.

Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckerberg, Larry Page… al revisar sus biografías todo parece fácil: jóvenes emprendedores que deciden innovar en el mundo de los negocios haciendo lo que mejor saben. Pierden en algunas ocasiones para ganar la importante, la batalla final, aquella que les condujo al éxito.

Fuente: Alto directivo